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LA LAGUNA DE LA MUERTE



Claudia y Jaime estaban muy emocionados porque viajarían a la finca de armando, después de viente años sin verse. Ahora que ya eran unos cincuentones, los tres mejores amigos se volvieron a reunir.
Fueron muchas horas de viaje, pero al fin llegaron a aquel radisiaco lugar. Estaban bajando del carro, cuando un hombre, de unos 30 años, se acercó a saludarlos:
¡Hola, hola! ¡qué bueno volver a verlos! Gracias por venir a visitarme.
Claudia y jaimen no salían de su sorpresa, aquel hombre era armando. Jaime le dijo –armando, pero ¿Qué te has hecho? Los años no han pasado en ti, ¡te operaste! ¡jajaja! armando soltó una carcajada. Claudia, quien no salían de su asombro, le dijo, -armando, ¡estas guapísimo! Tendrás que darme el secreto de tu juventud.
Esa primera noche, entre risas y recuerdos, aquellos tres amigos pasaron una velada muy especial.
Después de varios días en aquella finca, Claudia noto que armando salía de su casa, a escondidas, cuando el sol empezaba a caer. Un día, lo siguió hasta la caída de agua y una bella laguna. Armando se desnudó y entro a la laguna. En ese momento, una espesa neblina inundo el lugar, a la vez que se escucharon gemidos y lamentos.
Claudia sudaba frio, no sabía que era aquello. Cuando todo se despejo, vio a armando tomando de la mano hermosa y joven mujer.
Ambos se sumergieron y no los volvió a ver.
Claudia regreso corriendo a la casa y le conto todo a Jaime. Este le dijo:-ya me parecía extraño que armando viviera solo con los trabajadores. ¡Seguro que es una amante!
Recuerda que desde que perdió a su esposa no volvió a casarse.
Una tarde, armando y Jaime viajaron al pueblo más cercano para comprar algunas provisiones. Claudia, llena de curiosidad, aprovechó ese día para ir a conocer a aquella mujer. Entro a la laguna, confundida y con miedo. De pronto, descendió una espesa neblina con lamentos misteriosos.
Cuando se despejo, se le apareció aquella joven mujer, quien con voz sepulcral y viéndola directamente a los ojos, le pregunto, -y tu ¿Quién eres? Claudia quería responder, pero el miedo le cerraba la garganta y no podía moverse. La mujer dijo:


No tengas miedo, tarde o temprano teníamos que conocernos. Dime ¿quieres ser joven como armando? –Si-, contesto Claudia.
La mujer le replico, -pero tendrás que darme algo a cambio. -¿Qué quieres?- pregunto Claudia. Ella le dijo,-dame algo que atesores en tu corazón. En seguida, ambas se sumergieron en la laguna. Claudia vio su cuerpo, de más de cincuenta años, rejuvenecer. Su cabello canoso volvió al color natural, su cuerpo se llenaba de belleza y energía. Salió de la laguna y se fue rápido a la casa.
Al llegar, los trabajadores de la finca corrían de un lado a otro, parecían nerviosos y angustiados.
Recién llegaban noticias que se había accidentado el patrón.
Armando regreso llorando y desecho. Se dirigía a su habitación cuando Claudia, tomándolo por los brazos, le pregunto -¿Qué paso? ¿Dime donde esta Jaime? Armando, impresionado y mal encarado le contesto, -¿Qué has hecho Claudia? ¡Por tu culpa nos accidentamos con Jaime! Claudia insistía.
-¿Jaime, donde está, que le paso?
Armando entre sollozos y lágrimas le dijo, -¡Jaime ha muerto! Claudia se fue de espalda y soltó en llanto
-¡no,no,no puede ser!!No, mi Jaime no…! gritaba.
Armando la sujeto y la sentó en el sofá del salón y le dijo: ya veníamos para la finca con las compras que hicimos en el pueblo, cuando bajo una densa neblina alrededor del camión. En instantes, estábamos cayendo por un profundo barranco, ya no pudimos hacer nada. Cuando reaccione, los bomberos y la policía nos estaban ayudando a salir de los hierros retorcidos. Allí sentados, Claudia le conto a armando lo que había hecho  en la laguna. Armando le reprendió. No lo hubieras hecho seguro ella te vio cuando me seguiste, por eso se te manifestó.  
No cualquiera la puede ver, porque esta mujer es la muerte. Cuando entraste a su laguna y aceptaste ser joven otra vez, condenaste al pobre Jaime a morir, porque él era el tesoro de tu corazón.
Claudia lloro desconsolada, pero le dijo a armando, -y si voy a la laguna y le ruego por la vida de Jaime, ¿me lo devolvería? Armando se puso muy triste y le dijo –ella es la muerte y no tiene poder para dar vida, solo para quitarla. Lo  único que te permitirá es lo que a mi cada tarde. Cuando el sol cae, entro laguna para ver, un instante al amor de mi vida, mi tesoro, mi esposa Lorena, que murió cuando yo acepte esta juventud de la cual me arrepiento. Ahora no tendrás mas remedio que permanecer joven, porque cada vez que entres a la laguna para ver a Jaime, renovaras tu juventud…
Entonces Claudia se fue corriendo a la cocina. Armando la siguió y vio como Claudia se hundía un afilado cuchillo. Claudia no murió. Armando le dijo, - es inútil, yo lo he intentado muchas maneras. La muerte nos mantendrá vivo hasta que ella quiera.
Desde ese dia, al caer el sol, los amigos se reúnen en la laguna de la muerte, cuidando de no ser vistos por alguien para que la muerte no le robe a alguien mas el tesoro de su corazón.



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